Buf, cuanto tiempo sin hablar de webcómics. Pero miremos el lado bueno, la tanda de hoy es pura selección. Tanto, que mejor no alargo la introducción y nos metemos al lío.
Hot Doc http://hotdoc.subcultura.es/
Hot Doc, la obra pornográfica de los autores de ¡Ja! que tomó Subcultura como un huracán. No todos los días me pedís que hable de una de nuestras celebridades locales, así que agradezco dicha oportunidad y espero que la disfrutéis tanto como yo mientras descubrimos qué tiene de bueno Hot Doc.
La historia comienza con el doctor exponiendo sus motivaciones: crear un antiafrodisíaco para anular su libido y ser capaz de concentrarse en su trabajo ya que su secretaria está muy buena y además le hace moc moc en la polla para saludarle. Así es, amigos. El doctor va a inventar el bromuro. (De hecho esto me llevo a una interesante investigación rápida: No hay datos que confirmen que el bromuro tenga unos efectos antiafrodisíacos especiales y tiene más de leyenda urbana que otra cosa. Es una característica compartida entre todos los sedantes.)
Volvamos a la historia. El doctor en lugar de hacerse una paja o de despedir a su secretaria por acoso sexual y contratar a un hombre, decide reinventar un fármaco. Y lo hace con una página que pretende hacernos creer que coger un tubo y una botella es algo muy épico si no eres capaz de decir una frase entera del tirón. La intriga y el dramatismo se alargan durante varias páginas para hacer que nos preguntemos si, en este cómic porno, el protagonista ha logrado su objetivo de no tener erecciones o en su lugar la ha liado. Finalmente la secretaria entra en el laboratorio, el doctor la coge, la tira al suelo y se saca la polla delante de ella. Por suerte, a ella le parece bien todo esto y comienza el frenesí sexual. Y lo hace con un pantyshot que consigue que quede forzado enseñar las bragas en un cómic porno. Lo que sigue a continuación es una secuencia estándar de sexo que no se desvía lo más mínimo de cualquier vídeo porno que cojáis al azar. Aunque tengo que admitir que las páginas del orgasmo son ingeniosas (1 y 2). Pero ese es el problema. En vez de pensar en lo mucho que me iba a masturbar, cuando lo leí estaba pensando “pues esta composición es original”. El dibujo es bueno, las perspectivas son exactas, la composición y maquetación es correcta en el peor de los casos (ignorando los casos de ritmo atroz de la introducción). A grandes rasgos está bien hecho, pero no puedo decir que sea un buen cómic ni por accidente. ¿Cómo resolvemos esta contradicción?
Ah, amigas, vamos a hablar de teoría del cómic. Y esto es de lo que quería hablar desde que sugeristeis este título, porque sinceramente, con dos párrafos sobre para decir todo lo que hay que decir de Hot Doc incluso alargándolo como yo. Y para eso vamos a hacer dos paradas: una en el hentai japonés y la otra en Scott McCloud, autor de Entender el cómic y Hacer cómics (Understanding Comics y Making Comics, respectivamente). En Entender el cómic, McCloud ya menciona y examina brevemente las peculiaridades de la narrativa japonesa respecto a la norteamericana. El uso del espacio negativo con fondos que describen movimientos y las emociones internas de los personajes que los habitan, el aparente malgasto de espacio al usar transiciones de detalles e instantes en lugar de transiciones de acciones, y recursos narrativos específicos para la organización de las viñetas son algunas de las diferencias que se pueden ver al comparar una página de cómic mainstream con una de manga popular. En el capítulo Entender el manga de Hacer cómics profundiza de nuevo en el manga y habla, por ejemplo, de cómo esas diferencias narrativas tienen el propósito de narrar emociones y sensaciones en lugar de acciones para atrapar al público. También habla de la madurez de los géneros. En el manga no sólo existen géneros para todo tipo de públicos, dependiendo de dicho género la organización de las viñetas, la forma de estas, la elección de planos o la proporción entre dibujo y texto es distinta. Basta ver una página por encima, o a veces una viñeta, para saber de qué género es. Por el otro lado estas son tres páginas de A moon, a girl, a romance, Superman y Capitán Trueno. Tres géneros radicalmente distintos y tres páginas indistinguibles.
Hagamos ahora la parada en el hentai con ejemplos prácticos. En esta página de TSF Monogatari de ShindoL, la protagonista (en realidad el protagonista, es una movida), está rodeada por sus amigos que la convencen de que les haga una felación. El énfasis está en la expresividad de su cara y en cómo está encerrada representado con el primerísimo plano y lo apretado de los textos. Nos explica cómo es desde su punto de vista lamer un pene por primera vez al tiempo que nos explica cómo se siente al respecto. Si os fijáis en la última viñeta se produce una secuencia de acción con un único dibujo gracias al diálogo de su compañero. Al usar el sentido de lectura natural de un cómic, crea una situación de inicio y de final convirtiendo lo que es una ilustración estática en una reacción y un paso de una animación. Un par de páginas después vemos como en la mitad de arriba utiliza las líneas cinéticas y un plano detalle confuso e inusual para crear un ritmo frenético mientras que en la segunda repite el truco de usar el texto, esta vez del monólogo interno, como transición para reforzar la unión entre las dos viñetas. Y es que esta es lo curioso del hentai, la parte importante es la expresividad y el dinamismo. Más adelante en esta página dibuja una viñeta complejísima en donde el foco está en la cara y en la fuerza de los brazos y las manos. Ni siquiera se ven los genitales o los pechos, algo que pensarías que deberían ser los protagonistas absolutos en un cómic porno.
Y esto es algo que puedes encontrar en cualquier hentai japonés. Another World de Yuzuki N Dash usa una narrativa bastante convencional y sencilla con mucho enfoque en las penetraciones. Aun así es muy raro ver una viñeta en la que se vea el coito pero no la cara y tiene páginas como esta, con una transición vertiginosa en la fila de arriba y un encuadre en la viñeta principal en la que la chica se retuerce y se extiende a lo largo de la línea principal de lectura de una imagen (de arriba a la derecha hacia abajo a la izquierda). Si prestamos más atención, es una página que a pesar de tener una narrativa y unas transiciones claras, da igual en qué orden mires los elementos. Todos ellos forman parte de un bloque global, como si ocurriera a la vez, o sucedieran varias veces repetidas. Este tipo de maquetaciones en las que los componentes se solapan como si sucedieran todos al mismo tiempo aun teniendo un orden claro son habituales en los hentais para a) enfatizar el carácter frenético del sexo y b) acompañar la sensación del propio lector o lectora si se está masturbando o emocionando. Y ni siquiera estoy seleccionando ejemplos concretos, estoy cogiendo los mangas que veo primero o que tengo más a mano. Mitsubo No Kokuhaku de Clone Ningen, ni siquiera lo he leído todavía y en las primeras diez páginas ya aparecen las características viñetas sin viñetas del hentai. Miremos Yariman Ni Koise Shi Okasare Doutei de Kazuhiro, a lo largo de estas tres páginas (1, 2 y 3) el autor hace lo que sea necesario para sigamos viendo la cara de la chica esté en la pose que esté y el énfasis que pone en el movimiento con el uso de líneas cinéticas como fondo y con los pechos rebotando cada uno para un lado. Este es otro que tampoco he leído todavía. Tengo tanta fe en la riqueza de la narrativa sexual japonesa que ni necesito recordar y buscar buenos ejemplos que ya he leído. Podría coger páginas de una pila de pendientes y no terminaría nunca de listar ejemplos.
Mientras tanto, ¿qué tenemos en Hot Doc? Plano tras plano tras plano de torsos y genitales. Nunca se ven las caras, nunca dicen nada. Que ojo, se puede hacer perfectamente un cómic porno mudo y mostrar cómo se sienten los personajes, pero no será usando caras de stock de pornostar como aquí. Parecen más interesados en dibujar perspectivas flipantes y viñetas alucinantes que en dos personas haciendo el amor, y ahí es donde se cae por completo y se hace aburrido. Y no sé si será consecuencia de eso, pero los personajes alternan constantemente entre ser muñecos de Pin y Pon de metro veinte a ser seres musculados y esculturales de metro noventa. Distrae de la lectura y es otro ejemplo más de la falta absoluta de foco y de consistencia interna. Además no es como si no se pudiera hacer contenido sexual con estilos de dibujo animado. Así tenemos por ejemplo a Atryl, con un dibujo cartoon que en este cómic usa recursos claramente caricaturescos (1 y 2) sin dejar de lado las emociones de los personajes y el dinamismo (1 y 2). O a Kevinsano, con un estilo mucho más detallado con mucho volumen que usa sus puntos fuertes para enfocarse en el peso de la carne y el tacto de la piel y la tela (1, 2, 3, 4 y 5). Y en un extremo de dibujo exagerado y a veces casi abstracto residen Brendan Corris (1, 2 y 3) y bigdad (1, 2 y 3).
En resumen, a pesar de su mérito técnico en la superficie, Hot Doc representa todos los problemas que tengo con los cómics eróticos y pornográficos de tradición occidental. Eso, claro, no significa que el hentai no tenga su propia serie de problemas, como los roles de las mujeres o la invisibilidad de los hombres durante el sexo. Pero ese es un debate diferente.
Ah, nos olvidábamos de una cosa. ¿Cómo acaba Hot Doc? Pues tras cagarla e inventar un potentísimo afrodisíaco cual parodia insípida de Jekyll y Hyde, la secretaria se queda a medias en una escena digna de Pajares y Esteso por lo que el doctor decide hacer más brebaje para continuar haciendo el amor. Olvidando por completo sus motivaciones iniciales porque total, para qué le vamos a pedir más. Tras eso el autor rompe el cuarto muro para anunciar que reharía de cero el cómic porque se dieron cuenta de que no había por dónde cogerlo. Entre otras cosas promete menos porno explícito lo que da entender que ignora el problema de que no hay un exceso de sexo, si no un exceso de sexo aburrido. Si queréis ver una crítica desde un punto de vista diferente, Malleys escribió tiempo atrás su propia reseña.
I am the MAGICIAN TRIGGER !! http://magiciantrigger.subcultura.es/
susurro pidió hace ya un año una reseña de I am the MAGICIAN TRIGGER !! porque llevaba mucho tiempo dudando si leerlo o no. Bueno, susurro, parece que al fin vas a salir de dudas.
Es un ñordo tan gordo que no tengo huevos a leerlo de nuevo. Por suerte tengo buena memoria.
La historia del cómic, que no la trama del cómic, comienza cuando el autor dibujó una historia auto-conclusiva de quince páginas en la que un tipo mujeriego recibía una somanta de palos en un MMO mientras trataba de ayudar a otra jugadora asaltada por monstruos aleatorios. Uno de los chistes es que le castigaban con volver a ser nivel 1 por ligarse a la novia del administrador del juego. En el 2010 el autor decidió darle vida de nuevo al personaje como webcómic. Así que repitió esa misma historia, pero con el triple de páginas. Esto, de algún modo, se ha convertido en una saga épica de casi ochocientas páginas que todavía está por concluir.
El siguiente arco es una precuela en el que una nueva protagonista, Ruki, tiene que ir a entrenar con un general para subir ella misma a categoría de general. Dicho general es Trigger, pero con la personalidad cambiada para ser un tío seriote e importante. Como pasa de tener visita, Ruki se queda fuera un mes a la intemperie muriéndose de hambre. A pesar de ser un MMO. A partir de ahí surgen conspiraciones e intrigas palaciegas, robos de gemas, investigaciones y juicios, tramas sobre tipos que quieren destruir el mundo y muertes de personas. A pesar de ser un MMO y que todo se resolvería con el hecho de que es un videojuego y pueden apagar el ordenador. La respuesta que me dio el autor al señalarle esto cuando pidió que le criticaran el cómic fue que “es que tienes que olvidarte de que es un videojuego”. Ya, bueno, no me apetece arreglar sus errores de guión, así que aquí estamos.
La historia es un estereotipo en sí, y según avanza se mete más y más en un lodazal inconsistente a medida que el mundo del cómic crece. Por ejemplo, el que era el administrador del juego pasa a ser uno de tantos reyes que está sujeto a tratos diplomáticos con los demás y se arriesga a invasiones y conquistas de otros administradores. Cómo funciona un sistema aristocrático en la burocracia de un videojuego online, no tengo ni idea, pero tras setecientas páginas ya era demasiado tarde para recular. Por lo que se ve obligado a cargar con dicho peso y seguir describiendo los personajes y las cosas en forma de videojuego. Aunque lo peor no es la historia, que sólo es mediocre, si no la forma en la que la narrativa se degrada página tras página. Aunque las primeras páginas están apañadas, tras unos cuantos capítulos la media de viñetas por página se reduce a dos o así y los personajes son incapaces de pronunciar enteras las frases. Seguramente es un intento del autor para darle más dramatismo a los personajes, pero acaba rozando lo auto-paródico cuando logran cortar por la mitad una frase de dos palabras. Al menos hay que admitir que el ritmo para hablar de los personajes hace juego con el ritmo de la lectura general del cómic. En Otro Estúpido Podcast Sobre Webcómics dijeron que mejoraba mucho en papel sin tener que hacer click decenas de veces en páginas en las que no sucede nada nuevo. A día de hoy sigue sin parecerme una crítica positiva.
¿Pero y el dibujo? Quizás el dibujo sea alucinante y lo compense. No sería el primer cómic que vale la pena mirarlo sólo por el dibujo. Cojamos la página 684, de hace poco más de un año. Según esa perspectiva están metidos en una celda piramidal, rozan el techo con las cabezas y el banco de piedra necesita un par de guías telefónicas para que no se tambalee. Luego en la última viñeta el de la gabardina se ha subido a una caja para hablarle, que de un tiempo a esta parte las cajas se han puesto de moda entre las cárceles. Vamos un poco más atrás, a la 611. Ese bloque abstracto de madera se supone que es un gorro pirata. La perspectiva de la viñeta central no sé ni cómo empezar a describirla. Un par de páginas después o el barco tiene dos perspectivas o los reactores apuntan hacia abajo para hundir el barco. El autor sabe dibujar personas y peleas, y muy bien además. Pero eso es todo. Cuando se trata de objetos y de decorados enseguida se ve de dónde cojea.
Bueno, susurro, confío en que la espera haya valido la pena y esto te sirva para despejar tus dudas.
Lo que comienza como unas tiras simpáticas sobre los personajes de DC teniendo ocho años y yendo al colegio se convierte en uno de mis webcómics favoritos. El inicio es sencillo, con tiras básicas de periódico haciendo gags con el hecho de que son superhéroes y unos críos. Poquito a poco le va metiendo el síndrome Cerebus y las tiras ganan más continuidad formando arcos argumentales donde desarrolla y explota a los personajes, y ahí es donde reluce. Página tras página mejora en narrativa y en guión. Las últimas decenas de páginas se podrían usar para dar clases sobre el lenguaje de los cómics de tanto que sube el nivel. De verdad, es alucinante, y este ejemplo ni es de los mejores que tiene.
Cuando el drama coge protagonismo, el autor aborda temas de discriminación racial y sexual de una forma interesante y natural. Curiosamente, para lo mucho que habla de feminismo y se esfuerza en hacer personajes femeninos, luego el autor le mandó fotos de la chorra a distintas mujeres que apenas conocía porque no sabía que no querían verle la chorra. Supongo que es otro ejemplo de que la obra no siempre define al autor. (Luego está la gente como Lovecraft, que ya tal).
Es una pena que de uno de los mejores webcómics que hay tenga tan poco que decir, pero realmente se resume solo. El dibujo es excelente, el color es excelente, la narración es excelente, los diálogos son excelentes. La alternativa a decir eso es analizar una a una el diseño de las páginas. Creo que eso se haría un poco pesado tanto para vosotros como para mí. Por lo que me conformaré con deciros que lo leáis, que es genial. Que si digo eso yo, que me quejo de todos los webcómics, bueno tendrá que ser.
Ya está. Ha sido un retorno fuertecito, me parece. Y por lo que estoy viendo en la lista el resto de entradas van a ser divertidas también. Hala, a pastar.