Hablemos de webcómics

Hablemos de Atomic Laundromat, Brawl in the Family y Dragon Mail

En esta ocasión vuelvo a hablar bastante bien de los títulos que habéis elegido. No os preocupéis, la próxima serie va a ser dura de tragar. Al lío.


Atomic Laundromat http://www.atomiclaundromat.com/

La superlavandería es una serie de tiras cómicas de Armando Valenzuela que se remonta nada menos que al 2009. El cómic sigue las peripecias diarias de David, único miembro sin superpoderes en su familia, que regenta una lavandería especializada en héroes y villanos.

Al igual que su formato, es ligero, sencillo y entretenido. La vida de los personajes se mantiene ágil a pesar de mantener una continuidad rigurosa entre páginas. Aunque el cómic puede empezar a leerse casi desde cualquier punto, los personajes no carecen de evoluciones propias y poseen motivaciones a largo plazo que les empujan a lo largo de las tiras. De hecho, de tanto en tanto rompe el humor con secuencias más serias y emocionales que no le sientan nada mal y evitan que caiga en la monotonía.

No es una obra imprescindible que marca un antes y un después, o del que se pueda estar hablando durante horas y horas. Pero no deja de ser un webcómic divertido que se deja leer. Mi única pega con él es que Armando lo hace por afición y como pasatiempo, por lo que las actualizaciones distan de ser regulares y en ocasiones las cuelga a medias. Que si va a tardar de todos modos, pues ya que la termine. Si os gustó Girls With Slingshots creo que os puede gustar este.


Brawl in the Family http://brawlinthefamily.keenspot.com/

VGCats, Awkward Zombie, Kid Radd, Nerd Rage, Gamer Cat.

Hay aproximadamente cinco webcómics sobre videojuegos que sean buenos (dependiendo de tu opinión en Penny Arcade), y no es difícil recitarlos de memoria.

VGCats, Awkward Zombie, Kid Radd, Nerd Rage, Gamer Cat.

Los webcómics sobre videojuegos son el running gag del medio. Son tan vacíos, tan carentes de originalidad, que se pueden predecir las tiras que publicarán la próxima semana. Si enumeras de guasa los clichés y los errores habituales, el resultado es una descripción tan fiel como accidental de Ctrl+Alt+Delete.

VGCats, Awkward Zombie, Kid Radd, Nerd Rage, Gamer Cat… y Brawl in the Family.

El comienzo de BitF es desalentador siendo amables. Un puñado de cagarrutas con chistes simplones sobre Kirby que parecen hechos mal a propósito. Poco a poco, a medida que hacía página tras página, su autor aprendió a dibujar. Aprendió a escribir. Y lo que es más importante, aprendió a hacer cómics. Su crecimiento como artista fue tan exagerado que es fácil olvidar su torpe inicio sin maña ni gracia. Incluso si alguien no llega a leer el webcómic, creo que debería por lo menos leer su cómic especial sobre la princesa Peach. El ritmo, los juegos de maquetación, el flujo de los pensamientos… Todo ello es más importante que si su trazo es más cuco que profesional o si el guión ocupa medio folio. Es el tipo de página que usaría de ejemplo para explicar qué tienen de especial los cómics (o incluso los webcómics, si tenemos en cuenta su uso del lienzo infinito). Para explicar que los cómics no son ni novelas ni ilustraciones. BitF empieza muy mal y acaba muy bien.

Y eso no es lo único que le distingue de la competencia. Matthew se aleja de la tónica habitual consistente en burlarse de las consolas “enemigas” y se centra en hablar de algo que le apasiona, en este caso los videojuegos de Nintendo. Los parodia, los critica, los retuerce volviéndolos absurdos, los alaba, los celebra y los homenajea. Se ríe con ellos sin burlarse de nadie. Usa su ingenio antes que caer en una fórmula precocinada. Incluso cuando maltrata a Waluigi se nota que no lo hace desde el odio, y por eso son hilarantes. ¡Y lo hacía antes de que existiera Steven Universe y todo!

Dadle un tiento, que está terminado y las seiscientas páginas dan para unas cuantas tardes de diversión. Después de todo, logró colarse en la lista de webcómics de videojuegos que no son una mierda.


Dragon Mail http://dragonmail.fadri.org/

¿Cómo voy a hablar mal del webcómic de una de las personas con las que hago cacas mano a mano en CNAUW? ¿De uno de los autores de Las Crónicas de Matilda, que no me gustó nada? ¿Acaso no nos preocupa la ética en la prensa de los webcómics? No me quedará más remedio que soltar chistes en lugar de explicar qué tal está.

Lo más importante es no dejarse engañar por las apariencias. Dragon Mail puede parecer un cómic de fantasía épica, pero en realidad se trata de un shonen medieval. ¿Queréis pruebas? Sin salirnos del primer capítulo tenemos ejemplos de:

Y si pasamos al segundo capítulo nos encontramos con peleas de mechas. ¡Y cada vez todo se vuelve más grande y más gordo y más épico! Sí, podía parecer un simple cómic de fantasía con elfos y enanos, pero desde el principio era un cómic policiaco de un elfo det, digo, un disimulado plagio de Jurass, digo, ¡un shonen de manual! ¡Si incluso despelota gratuitamente a una secundaria! ¡A pesar de que puso cosas homosexuales de SJW! Cuando lees Dragon Mail tienes que prepararte para sufrir mentira tras mentira.

Es más, a duras penas es fantasía siquiera. Más adelante en la trama incluso salen cosas científicas de cromosomas y ADN. ¡Pero es que a la vez salen vaquifocas! Eso es ridículo, una vaca y una foca no pueden tener descendencia. ¡Ponte de acuerdo, Fadri! Aunque no todo es shonen. Preparaos para la siguiente revelación, porque os va a dejar todo taquilla.

Más adelante los héroes se topan con un pueblo en el que la Iglesia sirve de gobierno local. Un gobierno corrupto y desalmado que utiliza su control sobre los tres poderes para explotar a la población con total impunidad, legitimando su propia crueldad. Cuando se trata de lanzar piedras, Dragon Mail no esconde la mano.

Metáfora de la Iglesia

Y ahora pregunto: ¿Qué otro cómic comienza como parodia de la fantasía medieval y acaba dedicando una saga a la crítica de la relación entre Iglesia y Estado? Exacto. Dragon Mail es nada más ni nada menos que Cerebus the Aardvark. Pocas conspiraciones se extienden tanto como con este cómic independiente canadiense que finge ser un manga mientras se hace pasar por un cómic. ¿Qué más cosas nos ocultas, Fadri? ¿Qué más hay tras tus cortinas de humo?

Además el webcómic es una risa y ahora hasta actualiza y todo. De aquí a dos días tiene que actualizar con la página 400. ¿Es una excusa como otra cualquiera para leerlo? Dejo el debate sobre la mesa.


Antes o después nos veremos la siguiente tanda de análisis, que joder, joder, jodeeeeeeeeeer. Para qué os dejaré elegir nada, me cago en Dios. Jodeeeeer.