Hablemos de webcómics

Hablemos de Cosmos & Waterfall

Cosmos & Waterfall http://cosmos-y-waterfall.subcultura.es/

Descubrí Cosmos & Waterfall cuando, de improviso, Fadri me lo enlazó tras saludarle. Admitiré que mi primera reacción fue templada.

Siendo Fadri una de las pocas personas en cuyo gusto para los cómics confío, continué hacia delante. Tras apenas unas páginas descubrí que no era otro webcómic más en el que pierden el tiempo con elementos irrelevantes y un ritmo atroz. Se trataba de alguien que nos dejaba entrever las partes importantes de su mundo en los elementos de fondo y el día a día del personaje. Mi interés y esperanza por el cómic despertó.

A través de bromas, de escenas dramáticas y de chorradas que luego resultan no ser tan chorras, Cosmos acaba entablando amistad con Waterfall, una alienígena hecha de agua condenada a muerte. Tras conocer quién es debe elegir si será leal a su patria y salvarla de la deshidratación, leal a su único amigo fuera de las mazmorras o leal a sus valores éticos que le dicen que todas las vidas deben ser respetadas.

No creo que le estropee la historia a nadie si digo que en el acto de introducción libera a Waterfall. En la cabecera del cómic, junto a los nombres de las protagonistas, aparecen ambas abrazadas pegando tiros al espacio. La duda es si se enrollan o sólo son amigas. Y teniendo en cuenta los comentarios que ya hacía la autora al respecto, ni eso.

Pero lo importante no es lo sorprendente o previsible que pueda ser el punto de arranque de la historia. Eso da igual siempre. Lo que hace que destaque es la danza entre comedia y drama que mantiene activas las emociones del público, así como los personajes con ambiciones claras que crean el argumento. Además Cosmos rompe el cuarto muro. Chorradas, historia, lesbianismo y cuarto muro. ¿Qué más quiero? El cómic me había enganchado.

A pesar de mi cautela inicial, fanee el webcómic en cuanto terminé los tres capítulos que llevaba publicados. Entonces vino el cuarto capítulo. Ay, el cuarto. Gilipolleces como catedrales, estrellas fugaces haciendo de polla, fujoshis, revueltas socialistas. Me enamoré.

Qué digo me enamoré. Me convertí en fan de los que dan miedo.

Justo tras eso… vino la decepción. Cris publicó una noticia en la que explicaba que tras hablar con editoriales decidió cambiar la estructura de la historia. En lugar de tener una historia con final cerrado, las chicas irían de aventura en aventura aleatoria con más cachondeo y menos drama hasta que el cuerpo aguantase. ¡Justo el síndrome Cerebus es la mejor parte! ¡Es de lo que se nutren las historias raras que molan! ¡Gjjjhhhhhhhh! Fue como revivir el post-Twilicorn.

El webcómic es gracioso, así que incluso en el peor de los casos iba a merecer la pena leerlo. Y de postre, a cada página el dibujo se vuelve más y más chulo. Además recientemente mencionó una organización de la trama por temporadas haciendo alusión a dramones y crecimiento gradual de la misma, ¿así que yay? Webcomics were saved?

Ah, yo qué sé. Leedlo, que voy a tardar bastante en volver a hablar bien de un webcómic en esta sección.