Hablemos de webcómics

Hablemos de El Yeti, Yellow Star y Count Your Sheep

El Yeti

Si tuviera que explicarle a alguien en una conversación usaría dos posibles frases. La primera es que es algo así como las series de dibujos ecologistas de los noventa que intentaban copiar a David el Gnomo, pero apretando todas las temporadas en un episodio. La segunda es “¡Viva el yeti manque pierda!”. No sabrían de qué hablo, pero qué a gusto me quedaría.

Lo curioso del cómic es cómo logra ser lento y apresurado a la vez. En cada página sucede una desgracia nueva y es resuelta en la siguiente, sin embargo en la mayoría de las páginas no ocurre realmente nada. Necesitan una página entera para ver un avión o para cruzar una ventana. Cómo logra aunar dos ritmos narrativos y opuestos es un misterio que todavía no comprendo tras haber leído el cómic varias veces. Es como el hijo bastardo de Clique Refresh y Teletransporte.

Todo empieza cuando un campista le hace una foto al Yeti (que se llama Yeti, como los pokémons) y la foto la recibe un millonario que decide talar el bosque para cazarle. Un árbol deja inconsciente al Yeti al caerle encima y el leñador decide llevárselo a casa para sacarle provecho. Como a las truchas y a los jabalíes.

A la mujer y al hijo les parece tan bien que haya metido al bicho este en casa que cuando se despierta deciden dejarle vivir allí y dividir las tareas domésticas para que el villano no le diseque. Y así es cómo convertimos David el Gnomo en Harry and the Hendersons (o Alf para los que sean demasiado jóvenes. ¿Los jóvenes todavía saben quién es Alf?) en diez páginas.

La vecina tarda cinco minutos en ver al Yeti en la casa y llama, de entre todas las personas, al millonario local. Leon, que así se llama, manda a sus sicarios que ponen un pollo asado en el jardín de la casa para tenderle una trampa. Le dejan inconsciente de un porrazo y se despierta en un avión que sobrevuela las montañas. Se tira y de algún modo sobrevive a una caída de quinientos metros porque cae encima de un pobre perro. Curiosamente, el avión se estrella y se mueren los seis tripulantes.

Allí en los picos nevados, nuestro héroe se cruza con una yeti de las nieves llamada Zoe que como le ve triste se pone a jugar con él para animarlo, pero se dan porrazos contra todo. Esto empezó como David el Gnomo y en treinta páginas se convirtió en Alf, en una película de acción de Stallone y ahora, no sé, ahora es un episodio de Bugs Bunny y el pato Lucas.

El Yeti acaba hasta las narices y le explica que es el guardabosques del bosque y es su deber evitar incendios, ahuyentar a los furtivos, cuidar a los animales, limpiar la basura, etcétera, etcétera. Zoe se ofrece a ayudarle a regresar y volvemos con los Hendersons, que se acaban de enterar que el Yeti no está. Según sale el hijo por la puerta de casa para buscarle, aparece la vecina contándole que llamó a Leon para decirle que había un yeti. En cuanto la señora termina de decir la frase el padre llama al hijo para que vea las noticias donde avisan de que se ha estrellado el avión de Leon y han muerto todos.

El padre y el hijo se marchan de inmediato a la montaña donde se les aparece Mia, una chica que nació en las montañas, y se ofrece a guiarles al lugar del accidente por que sí. El grupo encuentra los restos del avión, les atacan unos lobos y atraído por los gritos acude el Yeti para espantarlos y salvarles. Una vez salvado todo el mundo llega la hora de despedirse, momento que aprovecha Mia para meterle un morreo al hijo porque se ha enamorado. Ahora el cómic se ha convertido en Dresden Co-SHON NO.

Vuelven a casa, el millonario se entera de que el Yeti sigue vivo y la vecina, que sale en cuatro viñetas en todo el cómic, se muda de la forma más dramática que jamás he visto.

Un cartel nos informa de que ha pasado un año entero y la familia de Mia se muda al lado. ¡Pero es que Zoe se escondió en una de las cajas porque se hizo amiga de Zoe y echaba de menos al Yeti! A partir de aquí todo se vuelve mature y edgy y entramos en la fase de Ultimate Yeti.

Leon contrata a unos delincuentes para que asalten la casa de los Hendersons a punta de pistola con todos los chavales dentro cuando los padres están de juerga. El Yeti recibe un balazo, se siente morir pero despierta en la guarida de Leon atado junto a Zoe. Sí, la herida de bala desaparece y no, nunca explican por qué.

Entonces el mayordomo de Leon decide salvar a ambos yetis porque, uh, porque una vez se enamoró de una madre casada con un maltratador y esta se suicidó. Supongo que no es la peor excusa que existe para no querer que le corten la cabeza a un bicho.

El mayordomo sale a la calle donde están los amigos del Yeti discutiendo cómo van a salvar a los yetis. Se conoce que los delincuentes ni les mataron ni les secuestraron a pesar de haberles asaltado a cara descubierta. También se conoce que la mejor idea que tienen los chicos estos es dar vueltas por la ciudad a ver qué ocurre en vez de llamar a la policía o planear cosas antes de salir a algún sitio.

La panda va a la guarida de Leon y Mia se disfraza de fulana para distraer al secuestrador, quien decide subir hasta la azotea del rascacielos para darse el lote con ella. A todo esto, como Mia ahora lleva pintalabios, el secuestrador no la reconoce. Es un poco como lo de Clark Kent y Superman. Los chicos liberan al Yeti y a Zoe y suben a la azotea para salvar a Mia, pero en un giro de los acontecimientos le parten la cara a la pobre chica intentando golpear al secuestrador y acaban todos frente a la pistola del susodicho. Entonces en un acto heroico, el mayordomo se lanza contra él y caen ambos por la barandilla estampándose contra el suelo. Al morir este se encuentra con la madre infiel aquella en el cielo porque, en fin, era el único rasgo de la personalidad del personaje. Que tenía novia.

Cuando regresan a casa el Yeti decide volver al bosque para que sus amigos no estén en peligro, pero el grupo de adolescentes decide que no, que mejor se van a vivir todos al bosque porque un ladrón hace años mató al hermano de Henderson hijo. Así que nada, todos para el bosque y los padres no llaman a la policía ni nada. Son peores que los padres de los mangas de instituto. De paso el Yeti, Zoe, Henderson junior y Mia se enamoran y se enrollan unos con otros. Qué pillines, por eso se querían ir al parque de noche.

En el transcurso de cuatro páginas la panda monta una comuna hippie en el bosque, sabotean a cazadores furtivos en plan guerrilla y Leon le dispara accidentalmente con una escopeta a uno de los chavales en mitad del torso. Afortunadamente, a pesar de que le han disparado con una escopeta en mitad del torso, sobrevive sin ninguna lesión exceptuando amnesia total. Que ya se sabe que la glándula de la memoria está cerca de los riñones. Así que otra chica hippie que vivía por allí se lo encuentra de casualidad, le pone una venda y aprovecha que está desmemoriado para convertirlo en su marido. Menos mal que en la página siguiente lo encuentran los demás y se desvela que la hippie es la hija adoptiva del Yeti. Vaya puta mierda de padres que hay en el universo de este webcómic.

Total, que a la siguiente página Henderson hijo se encuentra un papel tirado en el que su novia le confiesa que está embaraza. ¡Pero es que en realidad la carta es de Zoe que le pidió a la otra chica que se lo guardara! Con el gran trabajo que hizo el Yeti con la hija adoptiva espero grandes cosas de esto. Mientras tanto, Leon regresa para rematar la faena con el amnésico. Pero al enterarse de que es amnésico en lugar de pegarle otro tiro decide fingir que es su amigo para preguntarle dónde está el Yeti. Debido a la conversación recupera de golpe la memoria y corre a advertir a los demás. Y yo no puedo dejar pasar este hilarante ejemplo de copypaste llevado hasta el absurdo.

Leon está a punto de acabar con la vida de el Yeti a punta de pistola, pero en el momento fatal el chico cuyo hermano murió a manos de un ladrón salta y se pone en medio recibiendo la bala. Porque aquí si se te ha muerto alguien hace ocho años lo lógico es que corras a suicidarte para salvar a un mono medio gilipollas. Henderson junior queda en coma y cuando despierta descubre que ha quedado paralítico. Postrado en una silla de ruedas, se separa del grupo al ser incapaz de acompañarles en sus aventuras del bosque. Cinco años más tarde se convierte en escritor relatando sus aventuras con el Yeti en forma de ficción y recupera la movilidad en las piernas. La noticia que nos explica el futuro del personaje describe la causa de su parálisis como “confuso accidente”, así que entiendo que no denunciaron al villano por intentar asesinarle. Porque si a la gente les parece bien que sus hijos de quince años se escapen al bosque, pues les parecerá normal dejar que un capullo vaya por ahí jodiendo vidas. Tampoco denunciaron el secuestro unas semanas antes, después de todo.

Regresando al presente, El Yeti y su panda sigue luchando contra punkis contaminadores que parecen salidos de un episodio de El Capitán Planeta cuando Zoe da a luz a su retoño. Tras el nacimiento de una nueva vida, vemos un esbozo del pasado del villano, quien en su juventud parecía ser un ecologista militante que organizaba protestas y movimientos en defensa de los animales.

O eso es lo que habría ocurrido si el autor no se hubiera cansado de todo. Retconeó las últimas páginas para que el villano acabase en la cárcel por disparar a un niño, como es lo lógico y el cómic termina con su correspondiente cartel de “Fin” cuando nace el hijo de Yeti y Zoe.

Y esa es la historia de este webcómic. Uno que nunca logró decidir si era una fábula educativa infantil, una historia de aventuras, un drama, comentario social, una comedia o qué. Uno en el que los personajes carecen de toda personalidad posible porque se reduce a explicar en flashbacks metidos con calzador una tragedia que les pasó hace años. Parecen fichas de deviantArt. Y es que es imposible que una docena de personajes se desarrolle de ninguna manera si se ven arrastrados en una serie de nudos que duran cuatro viñetas cada uno sin ningún tipo de descanso o de transición en medio. Y aunque el ritmo no estuviera planificado de forma tan azarosa, nada de lo que ocurre tiene el más mínimo sentido. Aunque no sepamos a qué género pertenece podemos dejar claro que es un desastre de principio a final.


Yellow Star

Será mejor que nos quitemos lo gordo del medio: es un webcómic de My Little Pony: Friendship is Magic. Uno de cuando empezó la serie, hace ya cinco años. Así que será mejor que explique el primer episodio de la cuarta generación de Mi Pequeño Poni, ya que la trama del webcómic parte de ahí.

Twilight Sparkle descubrió una profecía que pronosticaba la liberación de la hermana malvada de Celestia, quien intentó conquistar Equestria mil años atrás cubriéndola con una noche eterna y se encuentra aprisionada en la Luna.

Pero nadie le hace caso y es enviada a Ponyville para que organice una feria local. Nightmare Moon, nuestra longeva villana, hace aparición y Twilight parte en busca de los Elementos de la Armonía (generosidad, honestidad, amabilidad, simpatía, lealtad y magia) junto a cinco vecinas de Ponyville para derrotar a Nightmare Moon. Durante el camino pelean contra dragones, quimeras y otros seres oscuros forjando una amistad entre ellas. Una vez alcanzado su destino, Nightmare Moon destruye los elementos y con ellos toda esperanza, pero las chicas logran restaurarlos porque sus personalidades y su amistad ejemplifican dichos elementos. Entonces se sobrecargan de energía y le disparan un rayo láser en toda la cara a Nightmare Moon derrotándola y devolviendo la luz a Equestria.

Y si tras eso no queréis ver la serie, no creo que nada os vaya a convencer.

Regresando al webcómic, Twilight repasa de nuevo la leyenda de los Elementos de la Armonía para descubrir que hay un séptimo elemento (la solidaridad) y que si no lo encuentran pronto Nightmare Moon se levantará de nuevo. Al mismo tiempo aparece una pony nueva en Ponyville a la que le gusta ayudar a la gente. Eso es la teoría, que no suena tan mal. Sin embargo el cómic son veinte páginas de esto:

Imagen 1

Acompañadas además de una traducción al inglés que diría que se ha hecho con Google Translate si no fuera porque Google Translate por lo menos se entiende. Yo creo que lo ha traducido con Yahoo Answers:

Imagen 2

La versión española ayuda, aunque también te hace dudar sobre si es una traducción casposa o no al incluir frases como “porque no cuando hagas las volteretas disminuye tu velocidad así tendras equilibrio y podras usar tu velocidad sin problema”.

Respecto a la historia en sí va de Yellow Star, que así se llama la recién llegada, convirtiéndose en amiga de todas las protagonistas. Esto lo hace siendo mejor atrapando ladrones que la vaquera local, siendo mejor pastelera que la pastelera del pueblo, siendo mejor veterinaria que la veterinaria oficial, siendo más elegante que la modista del grupo y enseñándole a hacer acrobacias aéreas a la pegaso acróbata a pesar de que ella no tiene alas. Desgraciadamente nunca la vemos ser mejor maga que Twilight, portadora del elemento de la magia, a pesar de que tampoco es un unicornio. En definitiva, se trata de un personaje insufriblemente perfecto que ha entrado ahí para convertirse en el séptimo elemento, que consiste en ser mejor persona que los demás cuando lo piensas.

Como nota aparte, la introducción incluye una escena fascinante en la que cuando Yellow Star descubre su nueva casa esta se alegra de que incluya todas sus cosas favoritas. Como, no sé, ventanas y puertas.

El cómic quedó colgado no mucho después de empezar por suerte o por desgracia. Lo cierto es que aun con lo terrible que es, resulta entrañable. Me provoca sentimientos no muy distintos a los de Girl in Love que a pesar de todas sus fallas me gustaba (y jamás volvió a actualizar tras fanearlo. Te maldigo Lira, te maldigo). Debajo de todos sus errores ves una historia que en realidad no está tan mal aunque esté mal llevada. También ves esa pasión de querer crear algo propio, de dar vida a algo original. Una chispa que no se encuentra en la mayoría de los cómics malos o mediocres.

Así que yo digo que se quedó colgado por desgracia, incluso aunque me descojonase con sus diálogos torpes. Yo digo sí a Yellow Star. I tell if at Yellow Star.


Count Your Sheep

Esto es auténtica historia de los webcómics. Esta tira cómica empezó allá por el 2003 con una niña y su oveja imaginaria que la ayuda a dormir. Y ese era todo el plan. Aparece la niña en la cama que no puede dormir, entre ella y la oveja se inventan una forma de dormir y se acaba la tira. Pero tras unas pocas tiras el autor se dio cuenta de que eso no daba tanto de sí y los sacó de su habitación para que vivieran un poco y gradualmente el cómic fue creciendo y creciendo y creciendo hasta convertirse en un clásico.

Descubrimos que la madre de Katie es una viuda que no llega a fin de mes, que Sheep es real y a quien el padre dejó a cargo de la familia en su lecho de muerte o que Katie adora los Beatles porque es su forma de conectar con el padre que nunca conoció. Todo esto entremezclado con partes más humorísticas y con la imagen del mundo adulto reflejada en los ojos de una niña y su acompañante cínico aunque bien intencionado. Count Your Sheep, muy a lo Calvin & Hobbes, acaba molando una barbaridad a lo largo de sus más de 1500 páginas hasta dejar de publicar en el 2011.

Pero me temo que la historia no acaba ahí. Hace no mucho regresó de entre los muertos para adentrarse en el mundo de Patreon con resultados un tanto mejorables. Hasta ahora los personajes eran bastante dinámicos dentro de lo que permite el formato de tira de periódico, pero en la etapa nueva las trampas para ahorrar trabajo y el copypaste desmedido los vuelven estáticos y sin vida. Uno de los casos más flagrantes que se me ocurren es este:

Imagen 3

Unos meses después dejó de actualizar en medio de un arco argumental supongo que debido al poco éxito del Patreon, que a su vez supongo que se debe a que el webcómic pasó cuatro años acabado y su descenso de calidad en el retorno. Aquí comparto la misma opinión que con XDCómics: no lamento tanto que acabara como la forma en la que lo hizo. Salvando el traspiés de su resurrección lo recomiendo y lo recuerdo con mucho cariño, eso sí.