Hablemos de webcómics

Hablemos de Chrysalis

Con Chrysalis yo tengo una historia. Antes de que lo leyera, para decidir con qué webcómic pendiente ponerme lo echaba a suertes tirando un dado (en realidad usaba a WEEBot, pero dejémoslo en que tiraba un dado). Jamás salía Chrysalis y se convirtió en una broma privada que jamás leería el webcómic. Tras eso, Thau se montó fantasías románticas y me instaba a que me llevase a las autoras a un motel. Ya para rematar, les he dibujado mierdas en las que uno de sus protas se enamora de un pañuelo usado. No sé cómo no le han pedido todavía a los moderadores o a los administradores que me expulsen.

Todo esto no tiene nada que ver con el webcómic, pero cuando al leerlo veáis que dice “puto John Wheel”, pues ya sabéis por qué es. También tiene el problema añadido de que no voy a ser capaz de tomarme la crítica en serio.

La historia se ambienta en el mundo de Changeling, un juego de rol interpretativo sobre hadas que viven ocultas en el mundo humano. Simplificando y resumiendo, antaño los seres mágicos y los humanos convivían juntos hasta que dejaron de creer en la magia. El problema es que las hadas necesitan que exista la imaginación para sobrevivir, así que los nobles huyeron al mundo mágico que quedó cerrado, dejando a los obreros tirados en un mundo agonizante. Estos aprendieron a sobrevivir convirtiéndose en mitad hadas mitad humanos para no depender tanto de la imaginación y montaron sus propios hogares escondiendo su naturaleza real de los humanos. Siglos más tarde, con la llegada del hombre a la Luna, la Tierra tiene un brote momentáneo de fe y alegría que reabre las puertas del mundo mágico. Los ricos regresan, le roban los cuerpos a unos cuantos humanos y les ordenan a los pobres que les den de vuelta los hogares y las tierras, con dos cojones.

El webcómic comienza justo en el día de la llegada a la Luna, cuando entra a la Tierra la protagonista, Garnet. Garnet le roba el cuerpo a una hippie drogadicta, pero su personalidad se entremezcla con los recuerdos de la chica que no abandonan el cuerpo. Así, la muchacha se convierte en una elfa atrapada en un cuerpo de humana con disforia de especie y de recuerdos, al tiempo que es bisexual polirromántica sex positive. Si no vivieran en los años 70, tendría ocho cuentas de tumblr.

Como decía, los nobles se lían a reclamar propiedades por sus huevos toreros, a lo que muchos de los plebeyos les responden haciéndoles la peineta y diciendo que la tierra es para el que la trabaja. A los nobles les parece francamente mal que no les dejen autoproclamarse jefes, lo que despierta tensiones entre los distintos bandos y se organizan guerras en secreto. La historia del webcómic sigue las intrigas palaciegas que se montan a través de Garnet, que es una noble pero le gustan los pobretones y los humanos porque son así como exóticos y Declan, un plebeyo romántico y pacifista destinado a ser el jefe del feudo en el que vive, así como de los distintos secundarios como el resto de nobles con los que vive Garnet o el amigo macarra y mafioso de Declan.

El dibujo empieza un poco como hecho a medias, con estilo que tiende más a lo abocetado que a lo pulido. No diría que el dibujo de las primeras páginas es malo, pero si lo encuentro bastante mejorable. A partir de ahí, cada cinco páginas cambia de estilo, de entintado y de coloreado. El lado bueno es que con cada cambio la calidad precisamente mejora, y dentro de lo que cabe es gradual, así que no resulta enfermizo e inconsistente como SNAFU Comics. La dibujante declaró alguna vez que están haciendo el cómic para aprender, lo que explica y perdona tanto ensayo, y al menos es cierto que está aprendiendo cosas. Aunque tampoco me importaría si encontrase un estilo en el que quedarse quieta.

¿Y cómo se defiende la parte escrita? De nuevo opino lo mismo, no es mala pero la considero mejorable. Aquí puedo ofrecer mi punto de vista como alguien que no conoce el juego en el que se inspira, y es que aunque no es estrictamente imprescindible conocerlo, he tenido que leer el webcómic dos veces. La primera para enterarme de todas las cosas que existen y la segunda para asentarlas y relacionarlas. Los diálogos de los personajes tienen un problema habitual de cómics (y muchas otras cosas) escritos por escritores: hablan como escritores. Muchas veces más que hablar, oran. Podrían ser mucho más naturales, porque aunque es justificable con los nobles, incluso un animal salvaje habla como un poeta y una niña de doce años habla más como una adulta que como una cría. No son malos diálogos, el discurso del padre de Becca me encanta mismamente, pero son mejorables. Por otro lado, los rabos de los bocadillos se cortan unos a otros con demasiada frecuencia, hay que corregir eso.

Por lo demás, la historia es interesante y procura no tirarte todo el argumento y la teoría del mundo mágico encima de la cabeza. Se preocupan de que los personajes tengan emociones y personalidades que van desenredando los problemas que provoca el choque de clases y el pasado chungo viviendo en un mundo en el que se mueren de hambre por falta de magia. Así en corto, está chachi y es agradable y divertido de leer a pesar de los inconvenientes que pueda tener.

Pero dejemos a un lado toda esa aburrida charla técnica y hablemos de una de las cosas más sorprendentes y la que más nos importa del webcómic. Por defecto, los personajes de cualquier cosa siempre son más o menos agraciados físicamente. A menos que sea un villano, alguien que de miedo o asco o haya una razón argumental, nadie es feo, así que tíos guapos los hay por todas partes. Pero los de Chrysalis qué buenos están, joder. Mirad a Declan:

Imagen 1

Está tumbado al lado de una revista porno y de un pañuelo de limpiarse pajas, sin ducharse ni arreglarse todavía, y está para bajar bragas. ¿Cuántos tíos pueden montarse una imagen de conquistador posando junto a las herramientas de cascársela? Ninguno. Ninguno puede menos Declan. Y luego tenemos al peliazul recién salido de un ejemplar de la Zero.

Imagen 2

Maldita sea, está para tumbarlo sobre la mesa y hacerle un hijo ahí mismo. ¿Sabéis? Olvidaos de la cuenta de tumblr de la elfakin pansexual demirromántica, lo que hace falta es un tumblr de gifs de machos. Hasta el padre, con una camisa tan horrible que se la ha robado a Chiquito de la Calzada, tiene un porte que ni Sidney Poitier. Así, sin proponérselo.

Imagen 3

¿Pero creéis que luego vemos a estos rompecorazones en acción? Qué va. No te jode que Garnet coge y se pasa por la piedra a Lady Ash, que se viste con cuello alto y no se maquilla, así que debe de ser una feminazi de twitter. Buuuuuuuuuuu.

Confiaba en ti, Chrysalis. Confiaba en ti.

(A pesar de ello, el webcómic me sigue pareciendo guay. Así que id a leerlo. Venga, coño, que si ganan un par de fans igual me perdonan. Que me banean, joder, que me banean.)