Hoy hay multisesión, como en los viejos cines. Esas cosas que usábamos antes de la piratería.
Angelou http://angelou.subcultura.es/
Si tuviera que describir Angelou con una palabra sería “sonoro”. TA, ZA, WOOOSH, RASH, FUBAASH, DOOOOO, GA, BROOO. Las onomatopeyas habitan cada página y casi cada viñeta del webcómic. Hasta los pasos sobre hierba frondosa y húmeda a lo lejos resuenan TA, TA, TA como martillazos en la piedra. En un cómic el sonido hace que le de más vida a las cosas y que se aprecie más la fuerza de un movimiento, pero de verdad que no hace falta ponerle ruido a absolutamente todo. El dibujo destaca por ser capaz de dibujarte una persona con dos trazos hechos como quien no quiere la cosa y quedar bien incluso en el más vago de los bocetos, que para eso hace falta mucha habilidad.
La historia de aventuras de fantasía medieval iba sobre (hasta donde recuerdo, admito que tengo un recuerdo muy vago) algo de que una bruja traicionaba a un rey que quería convertir al hijo en un ente poderoso para conquistar el mundo y al final la bruja se lo quedaba para ella tras el ritual. Recuerdo que cuando lo empecé me parecía interesante y que estaba bien llevado. Pero a partir de la página doscientos más o menos deje de enterarme de la trama, y se va acercando a las novecientas. A partir de la traición esa los héroes protagonistas se fueron de viaje y han estado en mil sitios y aparecido mil personajes, cada vez visitando un poblado diferente para pegarse con un malo diferente, pero que recuerde lo del chaval ese convertido en archimago no lo han avanzado. Lo mismo es que en lugar de tener una trama unida va de historias separadas en plan serial, no lo sé. Al final hay tantos personajes que su forma de dibujar no da de sí y se me mezclan todos entre eso y que ya no me entero de nada y casi no recuerdo el principio. Por lo que sé igual hasta el/la autor/a ha perdido el hilo. Creo que si todavía le sigo la pista y lo voy guardando es porque tengo la vaga ilusión de leerme el tocho de más de mil páginas así de seguido y enterarme al fin de qué va, que el principio estaba majo.
Como curiosidad, cambiando cuatro frases puedo reciclar esto para hablar sobre Namesake. Como consejo, leeros Dragon Half, que es un cómic de aventuras medievales genial y te ríes un montón. Jo, qué ganas de releerlo.
Manuel, the wonder snail http://wondersnail.com/index.html
La historia de Manuel es una historia de sangre, de venganza, de furia, de ira imparable. Está hecha del fuego con el que se forjan las leyendas. Manuel, el guerrero bárbaro más temido, regresa de su justo descanso al encontrar a su mujer y su hijo muertos y parte en busca del asesino. Pero Manuel es un caracol y avanza como dos o tres píxels por tira. El cachondeo viene por todas las cosas que se le van ocurriendo al autor para interrumpir y alargar aún más el viaje de Manuel, que ya es largo de por sí. Curiosamente, se monta una narrativa secundaria en los pies de página de las tiras, que es donde van los chistes y a veces el autor se pone a contarte sus cosas en plan diario y te habla por ejemplo de un accidente de coche que tuvo y de cómo se va recuperando. Además, tras terminar el cómic, como le supo a poco lo maquetó todo en un libro y lo vende por Amazon.
Hace falta tener mucho sentido del humor y además tenerlo especial para disfrutarlo, pero Manuel es la leche. Le acabas gritando ánimos mientras repta. Y aunque sólo nos haga gracia a cuatro, el autor compite con el de Dinosaur Comics a mayor cachondo de los webcómics.
WEE War
El día que Zirta le pasó el cargo de administrador del WEE (Webcómics En Español, la primera comunidad de webcómics hispanohablantes) a Fadri, Fadri lo anunció en el foro con un cómic en el que hacía como que había dado un golpe de estado. Porque Fadri es así y cada vez que tiene que hacer algo lo hace con un cómic y si no ríe revienta. Lo de los golpes de estado lo lleva mejor desde que le cambiaron la medicación.
El tema es que el resto de webcomiqueros contestaron haciendo cómics siguiendo el juego. En el WEE teníamos por costumbre hacer dibujos por cualquier cosa, y la mitad del tiempo andábamos montando ideas para hacer tiras o colgar dibujos. En Subcultura nunca ha calado mucho eso de dibujantes dibujando en un foro de dibujantes (ni actualizar los webcómics) aunque fueran patochadas, pero nosotros éramos así y nos gustaba. A lo tonto a lo tonto, la gente siguió respondiendo de esa forma y se formó un cómic comunal entre todos con decenas de páginas.
¿Vale la pena como cómic? Pues mira, no. El 80% de las páginas son los autores autoinsertándose a modo de nuevo bando en la contienda para no aparecer de nuevo jamás. Sólo había cuatro o así que intentaban crear un poco de historia y reutilizar las cosas, como Morán, Fadri, Marcos Arroyo o Defriki, que son gente que por libre ya estaba haciendo cómics guays. Y aun así iban cada uno un poco por su lado y no había ninguna conclusión, porque las obras comunales por definición no tienen estructura, metas ni final. Vale la pena como curiosidad, por ver a webcomiqueros webcomiqueando, por ver gente con ganas de crear y creando aunque sólo sea para reírse un rato entre colegas, porque algún chiste gracioso hay y porque es una parte de la historia del origen de los webcómics en español.
Poco a poco ya veréis que rápido nos ventilamos la lista que habéis pedido. A menos que haga otra crónica de quince páginas.