Aviso: en este artículo se mencionan elementos no dirigidos a menores que pueden resultar de mal gusto con afán informativo. Leer bajo responsabilidad propia.
El primer webcómic del que quiero hablar se basa en repetir chistes sobre cáncer, SIDA y violaciones una y otra vez; es en blanco y negro puro, está editado en Paint, tiene un aspecto sucio y es ligeramente conocido. Como han adivinado todos, me refiero a Morning Glory, las historias de un padre que maltrata a su mujer y viola repetidamente a sus hijos. No son pocos los webcómics que hacen bromas con temas delicados, pero lo que caracteriza a Morning Glory es que el autor trata de lograr ser lo más desagradable posible y superarse siempre a sí mismo sin disimularlo lo más mínimo. La cosa es que en ocasiones parece que parodia a los webcómics cuya idea de escribir un chiste es poner SIDA al final, sobre todo en la serie de tiras en las que se parodia a sí mismo hiper-simplifcando los guiones. Aunque resulta bastante discutible y dudoso y cada uno tendrá su opinión.
No es una lectura que le recomiende a nadie, pero ¿por qué alguien iba a querer leerlo? Como decía hay muchos webcómics de pseudo-humor negro que intentan ser provocadores, pero es que si no vas a hacer algo que supere a dibujar a un hombre masturbándose frente a una persona con síndrome de Down y eyaculando en su cara como en una de las tiras de Morning Glory estás perdiendo el tiempo. Tras leerlo cuando veas otra tira más clónica de Cyanide & Happiness cuyo punchline es gritar “¡Tienes cáncer!” puedes murmurar “aficionado”, olvidarla y seguir con lo tuyo.